La primera vez de una niña debe ser privada.
He estado mirando al extraño grande y melancólico desde el otro lado del cañón con mi pincel en la mano. ¿Me siente él? A veces juro que mira a través de mis vidrios polarizados.
Un escape arriesgado y una decisión precipitada me llevan a donde necesito estar. En sus brazos fuertes y protectores, su hambre primordial me consumía. Pero él no es el millonario de Hollywood Hills que yo creía que era. Es un enemigo de mi padre. Y estamos... siempre... siendo vigilados.
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