Nunca mezclo los negocios con el placer, pero mi asistente Willow me ha hecho reconsiderar seriamente esa regla. Como productor de Hollywood, no me faltan mujeres hermosas buscando atraparme.
Si Willow quiere demostrarme que es diferente, va a tener que jugar con mis reglas. Tengo un plan para hacer de ella una esposa, y si lo consigue, le pondré un anillo en el dedo.
Si no, estará fuera de mi vida para siempre.
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